Un tercio de diputados y senadores responde a gobernadores
El 10 de diciembre comienza un Congreso que promete ser más polarizado que nunca. De un lado, Unión por la Patria, que a pesar de sus internas, busca mantenerse firme. Del otro, La Libertad Avanza, que trae consigo un nuevo aire y muchas expectativas. Y en el medio, un espacio más pequeño donde sobreviven el radicalismo, el PRO, Provincias Unidas y algunas agrupaciones provinciales que siguen a gobernadores “afines”. Es crucial que el gobierno de Javier Milei encuentre la manera de dialogar con estos grupos. Sin su apoyo, será difícil conseguir los votos necesarios para aprobar cualquier ley.
El ministro del Interior, Diego Santilli, ya se está moviendo. Se reunió con una veintena de gobernadores, justo antes de las sesiones extraordinarias. Ha escuchado a líderes como Jorge Macri de CABA y Sergio Ziliotto de La Pampa, quienes tienen demandas que esperan que se aborden, como el presupuesto 2026, reformas laborales y otros temas importantes. Los detalles de esas negociaciones pueden ser la clave para conseguir los votos que el gobierno necesita.
Este reencuentro entre Milei y los gobernadores llega luego de un año complicado, donde La Libertad Avanza se encontró en campos opuestos a casi todos los gobernadores. No solo la campaña electoral de Karina Milei generó fricciones, sino que también hubo recortes de fondos y obras que afectaron a muchas provincias.
A pesar de la buena voluntad mostrada por Milei, la realidad es que los gobernadores tienen poco peso legislativo, según el analista Pablo Salinas. En la Cámara de Diputados, solo 89 de los 257 legisladores responden a ellos, y en el Senado, apenas 28 de 72. Por ejemplo, Axel Kicillof tiene solo 32 diputados en su grupo, pero pocos lo siguen realmente, lo que complica su posición.
Quiénes son los gobernadores con mayor y menos peso
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, es un caso singular: no tendrá ningún representante en el Congreso. Hasta ahora contaba con un diputado y una senadora, pero eso se acabó. Otros gobernadores también se encuentran en situación similar, como Macri en CABA, y algunos en provincias como Entre Ríos y Jujuy. Por ejemplo, a última hora, la tucumana Beatriz Ávila decidió formar su propio grupo, la bancada Independencia, al margen de su provincia.
Curiosamente, en Entre Ríos y CABA se eligieron senadores este año, pero ambos pertenecen al PRO, que está alineado con Karina Milei. En cuanto a Kicillof, su relación con el gobierno no parece ser la mejor, ya que quedó excluido de las negociaciones.
En el Congreso, Elías Suárez, el nuevo gobernador de Santiago del Estero, se perfila como un jugador importante, ya que su provincia tiene representación significativa en ambas cámaras. Los senadores y diputados santiagueños a menudo responden a él, así que tendrá un poder de negociación muy fuerte, especialmente con La Libertad Avanza contando con un número considerable de senadores y diputados.
Misiones también tiene un buen posicionamiento con Hugo Passalacqua, quien tiene varios seguidores en la Cámara. Junto con Gustavo Sáenz de Salta, que le responde a partir del 10 de diciembre, estos gobernadores forman un bloque sólido.
Los nuevos actores
Raúl Jalil, el gobernador de Catamarca, será uno de los nuevos protagonistas en el Congreso. Sus tres diputados decidieron dejar Unión por la Patria y formar un nuevo grupo llamado Elijo Catamarca. Además, en el Senado, sus aliados han conseguido formar un bloque que les da cierta autonomía.
Por otro lado, a pesar de no contar con un gran número de legisladores, algunos gobernadores radicales, como Alfredo Cornejo en Mendoza y Leandro Zdero en Chaco, están fortalecidos al unirse en un bloque colectivo. Contar con una dirección conjunta les da más peso en las negociaciones.
Provincias Unidas, que debería representar los intereses de los gobernadores, ha perdido un poco de fuerza con las salidas de Valdés y Vidal. Sin embargo, siguen siendo relevantes, con líderes como Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora, que suman una cantidad considerable de legisladores al bloque general.
A partir del 10 de diciembre, aunque Milei tendrá más peso a nivel legislativo, tendrá que establecer puentes con los gobernadores. Sin algunos de sus votos, su agenda de reformas podría quedar estancada. La efervescencia libertaria no oculta que el gobierno seguirá siendo una minoría en el Congreso.